¿A que no sabés de dónde te estoy llamando…?

En el año 1881, un técnico francés instala en la casa del Dr. Bernardo de Irigoyen el primer teléfono de nuestro país. Y sólo 33 años después, nuestra ciudad ya comenzó a utilizar este servicio, gracias a la Empresa Telefónica del Sud.

Desde su aparición, Comodoro Rivadavia fue creciendo en cantidad de pobladores, dimensiones e importancia, y cada vez se hizo más necesario un sistema de comunicación acorde a nuestra realidad. Las primeras líneas telefónicas distaron mucho de estar acorde a la realidad del pueblo. Tendidos escasos, fallas permanentes, poca cantidad de líneas y una calidad muy pobre de comunicación enmarcaron el primer servicio telefónico de la ciudad. En 1918, cuatro años después de comenzar su actividad, la empresa cambió de dueño y comenzó un proceso de mejora. Se cambiaron los postes del tendido aéreo, se aumentó la cantidad de líneas, concentrándose fundamentalmente en la zona del centro y barrios aledaños, de acuerdo a la demanda. Luego, se prolongaron las líneas para comunicar la ciudad con el kilómetro 3 primero, después con Astra y finalmente con Diadema Argentina. Para implementarlo se utilizó un sistema de conmutador central, donde recaían todas las llamadas y una telefonista transmitía la comunicación. Este sistema se mantuvo durante muchos años, e incluso en lugares como Diadema hasta principios de la década del 90.

En 1918, la ciudad ya contaba con servicio telefónico durante las 24 horas y en 1932 la Empresa Telefónica del Sud implementó el servicio de tele fonogramas, es decir el envío de telegramas directamente al domicilio del abonado. De esta manera, el servicio de telefonía constituyó una herramienta de crecimiento muy importante para la ciudad, que acompañó su progreso y mejora permanente desde sus primeros inicios.

LAHOJA N°16, AGOSTO 2008.