Próximo destino: Astra

¿Por qué no mirar nuestra ciudad con ojos de turista? Astra es uno de los barrios más emblemáticos, ubicado a 20 kilómetros del casco céntrico. Emprendemos el viaje hacia zona norte por la Ruta Nacional N°3. Entre los cerros lejanos podemos visibilizar el arco de entrada, con un gran cartel que dice “Bienvenidos” en distintos idiomas. Esa inscripción nos anticipa el encuentro con el pasado histórico y cultural de todo Comodoro.

Cristina, miembro de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular de Astra, recibió a LaHoja en este histórico edificio, cuya planta baja tiene una longevidad de cien años. Fue construida con piedras talladas por los picapedreros de Dalmacia y aún conserva su aspecto pintoresco.

Dibujo de Juan Alberto Ramirez para LaHoja

El barrio propone una importante oferta turística, principalmente por la existencia de valores intangibles relacionados con la identidad de los astrenses. “Esto es patrimonio cultural, porque es la herencia: veíamos que quienes habían vivido en Astra venían siempre, porque era su lugar, el de sus padres, o ellos mismos habían trabajado acá o nacido en el hospital”, confirma Cristina.

Uno de los objetivos de la BPA es difundir y hacer conocer el potencial turístico del lugar. “Pedimos a la Municipalidad que incluya a Astra en el ‘Programa de Turistas por un Día’. Hace cinco años que estamos dentro de él. Nosotros mismos hacemos de anfitriones y guías. Mediante otro proyecto también logramos coordinar visitas escolares”.

Durante la conversación surge una idea: en la medida que uno hace conocer un lugar, lo va a querer y cuidar. La Comisión se propone la tarea de que aquellos pioneros, los primeros que llegaron a esta Patagonia desolada y levantaron un pueblo petrolero, no queden en el olvido.

Patrimonio histórico y cultural

Los astrenses han puesto al barrio en valor y luchan en pos de lograr un turismo sustentable. Esto significa, por ejemplo, que no sea masivo y que ellos mismos sean los anfitriones y guías, para transmitir las historias locales manteniendo la calidez y tranquilidad que tanto caracteriza al vecindario.

Lo que destaca a Astra con respecto a los demás barrios es que aún conserva la fisonomía de pueblo petrolero. “Con mucho esfuerzo recibimos a comodorenses y turistas en el cine, mostramos la historia con fotos antiguas. Luego pasamos a la capilla, que también es un bien patrimonial declarado por ordenanza municipal. Allí hay un armonio del año 1800, una de las piezas de mayor valor afectivo y económico, una verdadera reliquia. Lo trajo una familia alemana a principios del siglo XX”.

Cristina nos habla también sobre las cosas que faltan reforzar, y que a la vez se convierten en proyectos a futuro. “Nosotros lo hacemos todo a pulmón. Pero no tenemos cartelería, habiendo una ordenanza que lo dispone. Por ahora le pedimos a la Municipalidad los carteles de referencia de cada uno de los edificios declarados patrimonio de Comodoro, con una reseña histórica. También falta otro tipo de infraestructura, un lugar para ofrecer a tomar algo, un café…”.

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La Comisión tomó la iniciativa de ofrecer souvenirs para que los turistas que visiten Astra se puedan llevar un recuerdo: realizan tazas, vasos térmicos, llaveros, remeras y postales con motivos locales.

Las garitas o paradas de colectivo también son algo particular. Cada una de ellas se encuentra pintada y embellecida por artistas plásticos, con una mini biblioteca y un banco para sentarse, “no sólo para los viajeros, sino también para los vecinos que quieren caminar, sentarse y leer un libro”.

Patrimonio natural

Si hay algo que embellece a la Patagonia es su rica historia geológica, con todas sus geoformas y estepas semiáridas tan características. Astra tiene las suyas. Allí se encuentra el Cañadón del Diablo –conocido así por los astrenses, llamado oficialmente Big–, “con geodas y otros minerales, donde uno puede ver el paso del tiempo. Es un lugar armónico, que permite compenetrarse con el paisaje y dejarse invadir por la paz que esto trae”, cuenta entusiasmada Cristina.

Entre las propuestas que ofrece Astra están las caminatas fotográficas y de avistaje de aves, donde se pueden apreciar la flora y la fauna que, dicho en otras palabras, es vivir la naturaleza en carne propia. En varias oportunidades, el Club de Observadores de Aves (COA) participó de esas caminatas. Se pueden encontrar aves rapaces, lechuzas, búhos y muchas otras especies voladoras. “La idea es crear recorridos de poca o mediana dificultad. Nosotros ya hicimos esos paseos y nos divertimos un montón. Por el cañadón se pueden hacer sendas que dan al mar y tienen esta fisonomía tan interesante”, prosigue Cristina.

El Turismo Astronómico también tiene lugar en Astra. “Ya realizamos una pequeña experiencia. El año pasado nos visitó Mario Triviño, un aficionado y apasionado de la astronomía. Trajo telescopios, algunos de fabricación casera. El cielo de la Patagonia es muy propicio para la observación astronómica por su diafanidad”.

La comisión de la BPA ofrece diferentes actividades y propuestas para y por el barrio, con el amor y respeto a sus antepasados, esas 52 nacionalidades que vivieron allí reflejadas en ese cartel de “Bienvenidos”. “Tiene que ver con fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia a la región, porque lo que pasó en Astra también pasó en otros lugares de la Patagonia”, concluye nuestra entrevistada.

Por Marina Águila

LaHoja N°92


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