Hojear un libro de YPF, descubrir esas fotos en blanco y negro y detenerse en el Chalet Huergo es un imperdible viaje en el tiempo. Se trata de una construcción de 1919, que fue escenario de distintos momentos de la historia local. Hoy sigue en pie, esperando ser refaccionado para seguir brindando su testimonio a las generaciones futuras. “Lo valioso no es solamente el edificio, sino también el histórico jardín, que ocupa cinco hectáreas. Este bien patrimonial debe ser tomado como un conjunto: el edificio y el parque constituyen un todo indisoluble”, reflexiona la licenciada Viviana Bórquez Granero, historiadora, investigadora e integrante de la Comisión por los Museos Municipales.
El Chalet Huergo es una de las primeras construcciones de material levantadas en Comodoro Rivadavia. Se ubica precisamente en Km 3 y fue edificado para recibir a los directivos que llegaban al yacimiento petrolífero más austral de América latina. Entonces se llamaba Casa de la Dirección General, pero la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en 1922 transformó la fisonomía de toda la ciudad, como también el nombre de este edificio, que comenzó a denominarse Chalet Huergo, manteniendo su función original. A inicios de la década del ’40 nació el parque que hoy conocemos, transformando su fisonomía y arquitectura. Fue un trabajo que llevó varias décadas, hasta que en 1970 se habilitaron las cinco hectáreas que lo componen, que albergan las obras artísticas de Bruno Pieragnoli vinculadas a la actividad y al trabajador petrolero.
En 1995, con la privatización de la petrolera estatal, este histórico lugar fue cedido a la Municipalidad de Comodoro Rivadavia. Permaneció cerrado mucho tiempo, hasta que en 2003 se abrió al público, permitiendo que grandes y chicos disfruten de su belleza. Mientras, el Museo se alojaba en la planta alta, pero en 2010 el edificio sufrió un incendio y las pérdidas sufridas duelen hasta hoy. El siniestro provocó que el Museo cerrara sus puertas y se trasladara al Museo Ferroportuario, con un reducido número de piezas.
El fuego dejó sus huellas: el edificio tiene graves problemas estructurales, algunos producto de aquel; otros, del paso del tiempo. “En estos últimos años el jardín sufrió modificaciones que no fueron solicitadas por el Museo y que lamentablemente alteraron su diseño original. Ninguna acción que se tomó tuvo que ver con la preservación del bien patrimonial en su conjunto”, expresa Bórquez con mucha angustia. Sin embargo, en 2007 fue declarado Patrimonio Histórico y Natural de Comodoro Rivadavia, a partir de la aprobación de una Ordenanza por el Concejo Deliberante; y en 2014 se declaró Patrimonio Histórico y Cultural al Barrio General Mosconi, quedando el Chalet Huergo con una nueva protección. Además cuenta con el dictamen de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, para su declaratoria como Monumento Histórico Nacional.
Desde la perspectiva de Viviana, se deben llevar adelante tres acciones fundamentales para preservarlo: “Primero, la realización de estudios para evaluar en forma urgente la ejecución de una obra de protección sobre la línea costera, ya que ésta ha avanzado considerablemente en los últimos años y pone en riesgo al edificio y a su jardín histórico. Segundo, es necesaria la ejecución de un estudio de suelo, que permita realizar un proyecto de restauración integral del edificio. Por último, recuperar el jardín histórico mediante la reparación y actualización del sistema de riego, el tratamiento de los ejemplares enfermos y el reemplazo de los irrecuperables, además del restablecimiento de su diseño original”, enumeró la especialista.
La preservación del Chalet Huego, como muchos otros espacios de la ciudad, preocupa a los vecinos que cuidan lo que realmente vale. Por eso, el domingo 5 de mayo a las 15.30 horas se llevará a cabo el Abrazo por Nuestra Historia, convocado por el grupo Los Centinelas del Patrimonio, con el fin de concientizar y hacer visible la importancia de este edificio.
¿Querés saber más? Acompañalos, abrazá el Chalet y conocé los secretos que guarda en las bases de su construcción.
Por Marina Aguilar
LaHoja N°92