KM8: la comisaría que quiere ser museo

La comisaría del barrio se instaló en 1935. Hasta entonces, la seguridad de la zona estaba a cargo del Destacamento Policial de Astra, que se creó en 1921, con jurisdicción sobre el área, perteneciente entonces a la Compañía Ferrocarrilera de Petróleo.

Comisario José Ochotorena. 1935, km8.

El primer efectivo que tuvo a su cargo la dependencia policial de KM8 fue el comisario José Ochotorena. Cuentan los vecinos que en aquella época los recorridos de los oficiales eran a caballo: “Existía una caballeriza, que actualmente está en pie, acondicionada como vivienda. En ella habitó muchos años la viuda del agente Meregildo Robledo con sus hijos. Actualmente vive allí otra familia”, relata Mirta Aburto, vecina y escritora de la ciudad. En sus recuerdos hay muchos uniformes, porque su padre ejerció en esa comisaría. Las viejas fotografías, algunas en blanco y negro, otras en sepia, cubren la mesa del hogar de Mirta, mientras ella recuerda al policía

Robledo, que falleció en 1954 con tan sólo 33 años, dejando a su esposa Felisa Otero con seis hijos pequeños.

Comisario José Ochotorena

Un KM8 poblado de inmigrantes

La policía a caballo era casi parte del paisaje de KM8. No se veían disturbios ni presos en los calabozos de la comisaría. El barrio era muy tranquilo. Sus habitantes eran inmigrantes europeos, hombres solos que buscaban cumplir el sueño de traer a sus familias a estas tierras. “Dejaban a su esposa e hijos con la promesa de volver por ellos. Aquí sufrían la soledad… Por eso, los fines de semana muchos buscaban evadirse de sus pensamientos con el alcohol. Tomaban hasta embriagarse y a veces había peleas”, cuenta Mirta entre sonrisas. La policía no los detenía: llegaba al lugar, los reconocía y trasladaba a las “habitaciones de solteros”. Al día siguiente la vida continuaba como si nada hubiera pasado…

La primera comisaría-museo

Junto a Mirta, La Hoja observa la comisaría desde la vereda. El edificio continúa en su emplazamiento original, en el ingreso al barrio. Su estado de deterioro se nota a simple vista. “Km8 fue declarado Patrimonio Histórico por ordenanza municipal, pero lamentablemente sus edificios emblemáticos están en total estado de abandono. Con el grupo Bajo la Luz del Faro, que trabaja en defensa del patrimonio de Km8, desearíamos recuperar parte de la comisaría para crear un Museo barrial”, resalta la vecina. Aunque su voz denota mucho pesar, guarda esperanzas de que este pedido se haga realidad. Reúnen objetos, material histórico y fotográfico, con el fin de que no pierdan su valor y puedan ser exhibidos en el lugar al que pertenecen.

La Policía chubutense ocupa hoy, transitoriamente, la portería de la Empresa Petroquímica. Próximamente les construirán el edificio nuevo, en los terrenos contiguos a la proyectada comisaría-museo. Los vecinos unidos en Bajo la Luz del Faro insisten en la posibilidad de que las autoridades provinciales les otorguen la autorización para ocupar el espacio y así recuperar la historia del barrio. “Hay una parte del edificio que está muy dañada, dado que los bomberos la utilizaron para hacer prácticas de incendio. Esa parte es irrecuperable. Pero la que da al frente podría reconstruirse para el fin que deseamos”.

Los recuerdos sobre la policía de otras épocas viven en los pobladores de KM8. Sus enseñanzas, sus recorridos y sus acciones junto a la comunidad son una característica identitaria del lugar. ¿Y si los compartimos con todos los habitantes actuales del barrio en un museo?

Por Elena Yrrazabal