Creatividad, arte y color se suman un año más al mes de la primavera

Aunque desde hace muchos años se festeja el Día de la Primavera, no siempre fue de la misma forma. Con un pic-nic en el Parque Saavedra, los grupos de jóvenes disfrutaban de una tarde en la que compartir era central. Con el paso de los años, ese sentimiento parece haberse reemplazado por otro que alude a una competencia por ver quién hace mejor las cosas. Intentemos, entre todos, volver a apreciar los momentos que construimos de la mano de nuestros amigos y compañeros, ya que esos instantes son únicos e irrepetibles.

Comienza septiembre y llegan los cambios en la flora, el clima, el ánimo, y también los preparativos adolescentes para “la farándula”, clásico festejo juvenil que nace de la idea de celebrar la llegada de la primavera y el Día del Estudiante. Muchas ideas sobre la mesa e infinidad de flores de papel creepe nacen de la mano de las chicas, entremezcladas con, alambres, pintura y algún que otro mecanismo de movimiento que sorprende a todos.

Hace muchos años los festejos tenían otro tinte y quizá otro sabor, ya que no siempre se hicieron con carros alegóricos. Los preparativos eran para realizar el pic-nic del Día del Estudiante, que se llevaba a cabo generalmente en el Parque Saavedra, de insuperable belleza y apto para realizar actividades propias de un día al aire libre. Y aunque quizá suene inocente, en aquella época se perseguía otro fin: el de compartir en lugar de competir.

La fiesta que realmente tenía importancia, sin embargo, era la del petróleo, con las primeras carrozas y la clásica elección de la reina, que supo realizarse en el Estadio de Km. 3. Con el paso de los años, esta modalidad se trasladó a las escuelas secundarias, convirtiéndose así en una suerte de competencia, ya que cada establecimiento presentaba la “carroza” más original.

Todos podían participar de la “farándula” y el centro de nuestra Comodoro se vestía de colores, con chicos que cantaban, disfrazados y pintados. Así fueron apareciendo las primeras murgas, y esa clásica rivalidad entre la ENET y el Colegio Salesiano Deán Funes/Ima, que hacía un esfuerzo más que considerable, muchas veces contra el viento, para llegar desde Km.3.

Es que el premio al esfuerzo de tantas semanas era llegar y mostrar, pero, aunque no lo sepamos, el premio también estaba en todos los momentos compartidos armando la carroza en algún galpón, pidiendo la hora a algún profesor “piola”; las primeras trasnochadas, los primeros besos, quizás el nacimiento de una nueva amistad o esas canciones que escuchábamos y que siempre vendrán acompañadas de buenos recuerdos.

Con el paso del tiempo, el espíritu de la juventud cambia y si bien la fiesta sigue realizándose año tras año, hoy el entusiasmo es muy distinto.

Desde LaHoja, saludamos a todos los estudiantes en su día y le damos la bienvenida a nuestra añorada primavera.

 

NOTA DE LAHOJA N°53. SETIEMBRE DE 2011.