Actualmente, Comodoro Rivadavia es una ciudad con más de cien años de historia pero atada aún a viejos problemas y desafíos como sociedad. En principio, como sucedió en otras etapas históricas seguimos atravesando la imposibilidad crónica de garantizar un “buen vivir” a todos los habitantes, entre otras cosas, por las dificultades para ofrecer buenos servicios sanitarios, educativos y de esparcimiento a la mayoría de la población.

La actividad central de la ciudad y la región, la explotación petrolera, ha generado desde 1907 una enorme cantidad de recursos, pero la mayor parte de ellos se exportaron fuera de la localidad y fue muy poco lo que retornó o permaneció en el lugar para ser invertido en obras de infraestructura que garantizaran una mejor calidad de vida a los comodorenses. Esta deuda histórica que atraviesa la ciudad se percibe diariamente en los problemas de la atención de la salud en los hospitales públicos, en la falta de loteo para la construcción de viviendas o en las permanentes carencias para la provisión de agua potable a todos los sectores de la comunidad.

Otra problemática a resolver es la asociada al cuidado del medio ambiente. La sociedad comodorense se ha habituado a vivir en un entorno cargado por amenazas a la preservación del medio natural al que hemos degradado con los impactos causados por la explotación petrolera (pozos mal cerrados, derrames de petróleo crudo en playas y terrenos), por la contaminación de las costas a partir de los desagües cloacales e industriales o por la creación permanente de basurales a cielo abierto en áreas residenciales, entre otras cosas. Aún resta un trabajo más intenso para crear en las nuevas generaciones de comodorenses una conciencia ambiental más profunda que permita avanzar en mejores soluciones para la vida en un equilibrio más sostenido con el medio ambiente.

También nos resulta urgente la necesidad de imaginar otras actividades económicas que diversifiquen la excesiva dependencia de la ciudad respecto del petróleo. Desde hace algunos años se han intentado algunas acciones en ese sentido, por ejemplo por medio de la creación de un parque eólico, la terminación de gran parte de la obra del puerto local, el impulso a una zona franca y a un corredor de integración comercial con Chile, la promoción del turismo, pero ninguna de esas iniciativas ha podido consolidarse y seguimos muy condicionados a los altibajos de la explotación petrolera.

DANIEL CABRAL MARQUES, HISTORIADOR Y DOCENTE

LIBRO COMODORO CIUDAD DE ORO