Malvinas

En zona norte alberga el barrio Gesta de Malvinas, en kilómetro 12, como un homenaje a los ex combatientes que lucharon por un ideal nacional. Pero no es el único modo de reconocerlos. Existen varios monumentos en diferentes lugares de la ciudad que indican que los comodorenses no sólo participaron activamente en la defensa de las Islas sino que dieron la vida por ellas.

Las Malvinas forman parte de nuestro territorio nacional pero también de nuestra memoria afectiva. Comodoro Rivadavia fue centro de operaciones durante la guerra pero también el nexo privilegiado con los vuelos hacia las islas mucho tiempo antes y con familias interconectadas a través del Atlántico Sur.

Por Graciela Ciselli en el libro “Comodoro ciudad de oro”

 

MALVINAS: RECUERDOS, NOSTALGIA Y EL DESEO DE NO VOLVER A PASAR POR UNA GUERRA

En el marco de la conmemoración del desembarco de los militares argentinos en las Islas Malvinas, un repaso por los años en los que el temor y la angustia nos tocaron de cerca, de la mano de los recuerdos de vecinos de la ciudad.

El 2 de abril se conmemora el desembarco de los militares argentinos en las Islas Malvinas, fecha elegida para recordar el heroico accionar de nuestros soldados que supieron defender su tierra hasta las últimas consecuencias. Pero ¿qué hay de los que vivimos la guerra desde el continente? Hoy queremos abordar el tema desde este lado porque también hubo argentinos que participaron inconscientemente de este acontecimiento.

Entre otras cosas, se realizaron campañas para enviar alimentos y se les enviaban cartas con palabras de aliento. Todos recordamos los clásicos apagones de luz cuando pasaban los aviones y, con ello, lo que pasaba en cada casa, en cada ciudad, en cada lugar de la Patagonia. Fue un tiempo complicado, y a la vez tenso, en el que era común ver camiones militares, equipamiento, aviones, helicópteros, soldados; todo parecía estar camuflado.

Desde LaHoja decidimos buscar datos en la memoria de los comodorenses para saber cómo vivían esos momentos y compartir las peripecias, fruto de una guerra, con aquellos que no estaban.

“Recuerdo que era muy chico y durante el apagón se podía escuhar el paso de los aviones volando a baja altura”. (Roberto, 30 años)

“Tapábamos los faros de los autos con un cartoncito”. (Elvira, 50 años)

“En una oportunidad, mi abuelo nos llevó a barrio Diadema, donde estaban los helicópteros del Ejército y aprovechaban el descampado para aterrizar”. (Laura, 30 años)

“Mi abuela preparó una cama y provisiones debajo de la escalera por si comenzaba el conflicto en Comodoro”. (Lorena, 31 años)

“Llevábamos provisiones y frazadas a la Sociedad Rural, donde se juntaban todas las cosas para mandarles a los soldados”. (Fernando, 44 años)

“Los fines de semana buscábamos a tres soldados que estaban a disposición, por si se los necesitaba. Así compartíamos el día con ellos, y aún hoy todavía tenemos contacto con uno”. (Silvia, 42 años)

Desde La Hoja, invitamos a que este 2 de abril recuerdes ese momento histórico y que gane el deseo de que nunca más tengamos que pasar algo así.

LaHoja N°48. Abril 2011