Rodeado por los cerros y el mar, el lugar fue conocido históricamente por el trabajo ferroviario que predominaba allí, como también por la fuerte presencia de trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. También conocido como Km5, es el único de Comodoro Rivadavia que quiso ser autónomo. He aquí los hechos.
A fines de la década del ’30 el barrio estaba dividido claramente en dos sectores, funcionando las vías del ferrocarril como eje divisorio: por un lado se encontraban los obreros ferroviarios; por el otro, los trabajadores independientes, comerciantes y obreros de YPF.
Mientras algunos abonaban una cuota mensual al ferrocarril, otros pagaban por el derecho a ocupar la tierra. En ese momento estaban establecidas unas 700 personas, algunas en casas de chapa, pero muchas otras en construcciones de material. También había negocios de diversos ramos: tiendas, librerías, sastrerías, carnicerías y cinematógrafo, que le otorgaban al área un aspecto de cierta prosperidad.
Sin embargo, los vecinos, cansados, se expresaban: “Desde 1937 vivimos bajo constantes amenazas. Pagamos $ 2 el metro cuadrado y por año adelantado. No es justo (…) Este pueblo fue creado hace más de 25 años y hemos pagado al ferrocarril centenares de miles de pesos en concepto de arrendamiento, aparte de otros conceptos”.
Ante esta situación y las reiteradas injusticias, los ciudadanos del barrio se reúnen y el 27 de junio de 1939 forman la Sociedad Vecinal de Fomento. Su presidente era el inmigrante griego Juan Casacherachis. Antonio Musso era el secretario.
Teniendo en cuenta esto, un importante acontecimiento histórico ocurrió el 17 de diciembre de ese año: el barrio se vistió de fiesta para el acto de inauguración del mástil. La bandera que izaron fue un aporte del entonces presidente de la Nación, Roberto Marcelino Ortiz. Los diarios El Rivadavia y La República daban testimonio: “La población de Km5 ha concretado la voluntad de convertirse en un pueblo, para desligarse de las absurdas persecuciones que el ferrocarril del Estado ha inaugurado y puesto en práctica debido a las gestaciones incorrectas de la gerencia local. Unas mil personas se congregaron en el lugar”.
La Sociedad Vecinal elevó reiteradas notas, con fotos originales como testimonio gráfico, solicitando la firma del decreto para oficializar definitivamente la creación de este pueblo. Por su lado, el presidente de YPF se opuso a la propuesta “No existe razón que explique o haga viable el arraigo de una población auténtica en la estación de Km 5 (…) Cuando al cabo de 10 años el centro de trabajadores petrolíferos se desplace, el pueblo que piensa crearse quedará condenado a desaparecer”.
La sugerencia de YPF fue el traslado de los pobladores de Km 5 a la ampliación de la zona urbana de Comodoro Rivadavia. Los vecinos rechazaron esa opción y siguieron luchando por la creación del pueblo. A pesar de que el 24 de junio de 1941 se les comunicó a los ciudadanos que no habrá decreto para reconocer de manera oficial la autonomía, los vecinos mantuvieron la Sociedad Vecinal de Fomento hasta el año 1945.
Bibliografía: (2001) Diario Crónica, “Crónicas del centenario”